Mitos sobre el sindicalismo
Seguramente has recibido muchos comentarios sobre el sindicalismo. Es normal. Colombia es un país donde el derecho a la sindicalización, reconocido y respetado en otros países como un derecho fundamental, es señalado y estigmatizado. Por eso, te traemos aquí algunos de esos comentarios y la claridad sobre la realidad del sindicalismo.
“Los sindicatos no sirven para nada”
La jornada laboral de ocho horas, el descanso dominical, el disfrute de una temporada de vacaciones pagadas, la licencia de maternidad, los auxilios educativos y de transporte, entre muchos otros derechos laborales, han sido conquistas del sindicalismo. Muchos y muchas creen que estos derechos han sido “concedidos” por benevolencia de los empresarios, pero en realidad, han costado el esfuerzo de millones de trabajadoras y trabajadores sindicalizados que por casi dos siglos, han sacrificado tiempo, esfuerzo y hasta la vida por alcanzarlos.
“Es un delito afiliarse a un sindicato”
No es delito afiliarse a una Organización Sindical. El artículo 39 de la Constitución Política de Colombia, establece que los trabajadores tienen el derecho de asociarse, organizarse y sindicalizarse libremente en defensa de sus intereses, por medio de la formación de sindicatos.
“Las horas sindicales se utilizan para excusarse del trabajo mermando la productividad”
La OIT (Organización Internacional del Trabajo) en su recomendación 143, estipula que los sindicatos deben gozar de los permisos remunerados necesarios, para el pleno y correcto funcionamiento de la organización y que este tiempo, debe ser negociado y acordado entre el empleador y los y las trabajadoras. La labor sindical es, en la mayoría de los casos, de 24 horas, por eso, la dirigencia debe dedicar un porcentaje significativo de su tiempo personal, que a menudo va mucho más allá del número de horas que, efectivamente, se remuneran.
“Los sindicatos buscan acabar con la empresa”
Toda acción del sindicato debe estar sustentada en un conocimiento profundo de los problemas de los trabajadores y trabajadoras y en las propias posibilidades económicas de la compañía.
“Existe una lista negra de los trabajadores y trabajadoras sindicalizadas”
No existe una base de datos de trabajadores sindicalizados y ser sindicalista no es delito, todo lo contrario, es un derecho fundamental. Un trabajador sindicalizado tiene los mismos deberes y derechos que un trabajador no sindicalizado.